Una mesa es el punto de encuentro por excelencia. En un espacio, nos brinda una arquitectura que invita a reunirse, a compartir y a conversar, tanto en nuestro día a día como en los momentos importantes, fiestas y celebraciones. Por eso, a la hora de crear un ambiente, la iluminación resulta tan determinante como el material de la propia mesa y de las sillas. Desde la intimidad de un encuentro romántico hasta la socialización que conllevan las reuniones de trabajo, la luz genera experiencias; la luz es vida.
Sobre una mesa de comedor, el espacio vacío requiere iluminación. Si esa luz proviene de una luminaria que se inscribe en el ambiente con naturalidad, la función de la lámpara es doble: por un lado, acoge la reunión en torno a la mesa y, por otro, ilumina el encuentro. Kontur, de Sebastian Herkner, está formada por dos elementos: su inconfundible marco y un difusor de vidrio opalino del que emana una luz mágica que fluye por el ambiente, como símbolo de todo lo que es y de todo aquello que es posible.
Escenario de momentos inolvidables, una mesa necesita de una luz tan especial como espectacular, que ilumine en la distancia corta y, al mismo tiempo, sea capaz de integrarse naturalmente en el espacio. Halo Jewel, de Martín Azúa, ilumina los momentos especiales compartidos alrededor de una mesa con la elegancia de su diseño angular, su geometría universal y sus engastes metálicos, que hacen del tiempo compartido en una mesa una preciosa experiencia.
La comida es un lenguaje universal que encuentra en la mesa el escenario idóneo para acogerla y permitirnos degustarla. Evitando la saturación lumínica, conseguir el equilibrio entre la iluminación general y la luz enfocada requiere mucha delicadeza. La superficie de los discos metálicos horizontales de Flat –un diseño de Ichiro Iwasaki– refleja la luz, que parece flotar sobre la mesa.
A lo largo del día, una mesa cumple muchas funciones: actúa como espacio de trabajo, mesa de comedor, encimera de cocina o, simplemente, como lugar para tomar un café. Gracias a su diseño camaleónico, regulable y versátil, Flamingo pone de relieve las múltiples funciones de una mesa. Antoni Arola ha añadido al diseño de su luminaria un contrapeso que permite adecuar intuitivamente el ambiente a las necesidades de cada mesa, cualquiera que sea la actividad que se desarrolle en ella.
La mesa es un espacio para el encuentro y la conversación. Cuando estamos sentados con la espalda en posición vertical y las piernas bajo la mesa, nuestra mirada se dirige al otro. Musa, de Note Design Studio, proporciona una suave luz indirecta que confiere intimidad a un ambiente, haciéndose mirar por las formas redondeadas de su diseño. Igual que el arte de la conversación establece una comunicación cercana, pero nunca demasiado directa, la de Musa es una luz genuina que ilumina discretamente las conversaciones.
Créditos:
– Fotografía: Enric Badrinas
Productos destacados:
– Kontur
– Halo Jewel
– Flat
– Flamingo
– Musa