A través de un diseño tan impactante como sencillo, Wireflow encarna la esencia del minimalismo y presenta la luz como una obra de arte escultórica. Desde su lanzamiento hasta la actualidad, esta colección de marcado carácter gráfico y elegancia atemporal ha conseguido un gran reconocimiento y sigue ganándose el aplauso internacional.
Para celebrar su décimo aniversario, ahondamos en el origen y ponemos el foco en el éxito de ayer y hoy de Wireflow, uno de los productos más icónicos de Vibia.
Su origen
El concepto de Wireflow nace de una significativa instalación artística de Arik Levy, en la que el diseñador utilizaba cables y bombillas. A partir de ahí, Arik empezó a plantearse la idea de exaltar el cable, básicamente porque el bajo voltaje del LED permitía el uso de cables eléctricos más finos, que –a su vez– podían utilizarse como material para crear múltiples configuraciones descendentes que lucirían como atrevidas instalaciones colgantes.
Una vez configurados, de los cables surgieron formas esculturales, que son diseños y obras de arte.
«Durante algún tiempo, Pere (CEO de Vibia) me visitaba en mi estudio. Cuando veía mi original escultura de luz en distintas versiones, solía decirme ‘quiero esto, quiero esto, quiero esto’. Hasta el día en que cedí; Pere me había convencido con la propuesta de trabajar en una nueva generación de productos. Acepté con una única condición: desarrollar una amplia familia de productos que fuera la solución más adecuada para distintas situaciones»
Hoy, la colección ampliada incorpora cuatro exclusivas versiones: Wireflow lineal, que traza líneas delicadas y formales con meticulosa precisión, iluminando a la perfección grandes espacios con techos altos; Wireflow 3D, que dibuja volúmenes geométricos e ingrávidos y destaca por su simplicidad gráfica; Wireflow chandelier, elegancia atemporal a través de un diseño ultramoderno; y Wireflow free-form, una propuesta que transforma los planos lisos en dinámicos murales tridimensionales.
«Me encantó su magia, que de un florón tan fino surja una enorme araña escultórica. Es una clara demostración de lo sostenible que puede ser un diseño… de cómo puede existir y desaparecer en un espacio»
Una exitosa conexión: de Londres a París, con cable a gogó
Wireflow es una de las colecciones más emblemáticas de Vibia, que ha vendido más de 1000 km de cable en todo el mundo durante la última década. En términos prácticos, ¿a qué corresponden 1000 km de cable?
- A 1208 veces la altura del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa -en Dubai-, cuya altura es de 828 metros. Vibia ha vendido cable Wireflow equivalente a 1208 veces la altura del Burj Khalifa.
- A correr 24 maratones seguidos, aproximadamente la distancia Londres-París-Londres, añadiéndole un circuito extra alrededor de la Torre Eiffel. O a escalar 112 veces el Everest y recorrer aún 10 km más.
- A cubrir, en bicicleta, la distancia existente entre el Muro de Berlín y el Coliseo de Roma. O la distancia que separa Santa Sofía, en Estambul, de las Pirámides de Egipto.
- A recorrer a pie dos veces toda la zona de cría del pingüino emperador en la Antártida. O a navegar en kayak desde Creta hasta Chipre, debiendo remar aún algunas millas náuticas más.
Diseñada por Arik Levy, Wireflow está producida con finos cables negros y elegantes varillas metálicas que culminan en terminales LED compactos. Con un ilimitado potencial de configuración, esta colección es –principalmente– un sistema adaptable de luminarias colgantes que reinterpreta las lámparas tradicionales a través de un ejercicio de simplificación gráfica.
¿El resultado? Una serie de ligeras estructuras de carácter arquitectónico y elegancia atemporal que simbolizan la esencia de Vibia: la búsqueda permanente de diseños perdurables que trasciendan las tendencias contemporáneas.
Productos destacados:
– Wireflow
– Wireflow Chandelier
– Wireflow Lineal
– Wireflow Free-form
