La lámpara colgante Kontorno transforma la luz en un elegante contorno negro suspendido en el aire.

Su estructura, equipada con LEDs integrados, se sostiene mediante cables casi imperceptibles, reflejando una sensación de ingravidez. En su interior, un difusor cilíndrico de vidrio opalino soplado a mano irradia una luz cálida de 360°, envolviendo el espacio como el suave resplandor de una llama. Al combinarse con un reflector metálico curvado, la luminaria proyecta una poética lluvia de luz, aportando un ambiente lleno de drama y sutileza. Disponible en una gama que va desde los 2200 K —para un efecto de luz de vela— hasta los 4000 K —más brillante y diáfano—, y en cinco dimensiones diferentes.